El Gorsedd del Jaguar Foro de El Templo del Jaguar. Foro dedicado al estudio y difusión del druidismo en español. |
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| Capítulo 5: Energía | |
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Nasseilian Administradora
Cantidad de envíos : 608 Edad : 34 Localizaci�n : Córdoba Fecha de inscripción : 15/10/2007
| Tema: Capítulo 5: Energía Jue Sep 23, 2010 3:00 pm | |
| Energía
En muchos sistemas mágicos, religiones, tradiciones paganas y senderos chamánicos se habla de la energía como un factor más dentro de una cosmología. Por ejemplo, en Oriente recibe el nombre de Chi o Ki. Se cree que el universo, el mundo, no es sólo lo que es percibible a primera vista; no existe sólo lo material, lo tangible. Detrás de ello hay “algo”, un fluir que nos une y vincula a la tierra y al cielo, a las plantas, a los animales, a los demás seres humanos, a la divinidad. Intentar definirla con la mente es casi tan difícil como dar una definición completa y objetiva de amor. Es algo que se experimenta -¡sí, vienen más prácticas!- con los cinco sentidos y con “el sentido interno”. Es esa sensación de paz profunda y al mismo tiempo de tremenda vitalidad; es ese cosquilleo que nos atraviesa y nos imbuye de fuerza y confianza. Es lo que nos hace corpóreos, y al mismo tiempo lo que nos permite transformarnos en otra cosa, manipular la Realidad mediante la magia. En el druidismo hay distintas perspectivas con respecto a este punto. Algunos plantean que esta corriente es en sí la divinidad, otros plantean que es un elemento más de la creación. Otros plantean distintas clases de energía, y éstas se entremezclan en las distintas tradiciones druídicas. Lo cierto es que son herramientas mentales para ayudar a su comprensión, pero en la práctica se ve difícil establecer diferencias… Básicamente, tenemos tres versiones: la primera habla de Dana. Ése es el nombre de la energía que se manifiesta en todas partes. Es aquella sensación que nos embarga cuando estamos conectados con la Naturaleza. Es el calor o el cosquilleo que sentimos a veces en nuestras manos. Es esa sensación de vacío o de sobreexcitación que nos asaltan en ocasiones en que nos sentimos deprimidos o extremadamente tristes. La otra nos plantea una división en tres tipos de manifestaciones energéticas: La primera es aquello que hace que algo sea, lo que lo hace corpóreo. Es simplemente la necesaria para que exista ese objeto. Es decir, todo lo que existe posee esta energía, si no, no existiría, ni siquiera en forma de energía, de pensamiento o demás. No existe nada que conozcamos que no posea este primer poder, porque justamente, éste hace que podamos aprehenderlo. En el artículo que leí no mencionaba el nombre, pero creo que es muy similar al concepto que tienen los druidas irlandeses de Dana, la energía que es parte de todo en el mundo. Sin embargo, eso sería mezclar clasificaciones. También podríamos relacionarla con la creencia de que todo el universo, a un nivel de conciencia superior, es un mar de luz conectado. La segunda fuerza de la segunda teoría se llama Brí. Esta energía se crea de acuerdo a las cualidades del lugar, persona u objeto. Por ejemplo, un gran bosque de robles posee un brí determinado, denso y protector. Lugares naturales tendrán un brí muy distinto a lugares más urbanizados. Distinto, ni mejor ni peor. Lugares erosionados hace miles de años por el viento tendrán un brí muy distinto a una isla volcánica recién construida. En teoría, especies o lugares iguales tendrían un brí casi idéntico. ¿Cómo se forma el brí? Yo diría que el brí se constituye como tal en parte, por esa energía primera que se mezcla en el objeto o lugar (es decir, imaginemos como los elementos de la tabla periódica: determinadas combinaciones producen determinados efectos), y quizá también por el recuerdo en el inconsciente colectivo que hay sobre él. A esta altura de la historia de la humanidad es difícil imaginar un pantano como un lugar agradable, o un conejo como un animal peligroso, por más de que no sepamos nada sobre ellos. Digamos que el brí podría ser comparado con una carga genético-histórica de ese objeto o lugar, y justamente por eso, casi nunca puede ser modificado. La tercera fuerza es el Bua, la energía que se acumula por los sucesos que suceden o le suceden al objeto, lugar o persona. Con el tiempo, si el hecho no fue muy importante, simplemente se disuelve y vuelve a ser energía primera. Todo en un principio fue esa energía primera, y luego parte de ella se transformó en bua, y luego éste en brí. De ahí, el camino podría hacer que esa energía volviera a conformarse en primigenia o volviera a ser bua. Por ejemplo, un bello bosque tendría un brí encantador y armonioso. Supongamos que allí ocurre una sangrienta pelea que deja miles de muertos. Allí hay un bua importante que toma el lugar. Pasa el tiempo, quizá los cadáveres continúan aún ahí, supongamos también que algunos soldados muertos quedan vagando como espíritus, y los aldeanos comienzan a temerle a ese bosque. Con el paso del tiempo, ese bua se convierte en brí de ese bosque, cosa que no podría cambiar, por ejemplo, una meditación que vaya a hacer un hombre por allí. Existen distintos tipos de brí, bua y dana, y los mismos pueden compatibilizar o no. En este sentido, hay personas que aman estar en el mar, en contacto con la brisa marina y las olas, y otras personas que les deprime ese paisaje y prefieren las montañas con su estepa y tranquilidad. Así uno puede comprender también porqué ante determinados lugares se siente una atracción o una repulsión, una sensación de bienvenida o de odio y rencor. A veces necesitamos tomar energía de la naturaleza, y lo mejor sería arribar al lugar donde esté el tipo de energía más afín con nosotros. Eso se aprende con la práctica, y con la exploración de los alrededores. Por último, existe una última teoría de la energía, a la que se le da el nombre de Awen. Su nombre se traduce como “espíritu fluido”, y se diferencia de Dana por el carácter que se le da a esta energía. Ambas clasificaciones aluden a una energía primordial que da vida y une a todo lo existente. La diferencia es que el Awen posee una carga “creativa”. Digamos, el Awen es el espíritu de la inspiración, es esa sensación de que la mano escribe sola. Es esa idea genial que nos asalta y cambia nuestra forma de ver las cosas. Es la precisión y la efectividad. Es el soplo divino, que nos permite superarnos. Ver esta energía en todo, es ver la mano invisible de los Dioses. Esta última teoría es interesante porque además plantea métodos para acercarse a esa energía. Una de las herramientas que posee el druida para crecer y modificar su realidad es a través de la búsqueda y utilización del Awen. Esto se hace mediante trances chamánicos, la danza, el canto, la meditación, o los métodos irlandeses conocidos como Imbas.
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| | | Nasseilian Administradora
Cantidad de envíos : 608 Edad : 34 Localizaci�n : Córdoba Fecha de inscripción : 15/10/2007
| Tema: Re: Capítulo 5: Energía Jue Sep 23, 2010 3:01 pm | |
| Tarea: Realiza el ejercicio que está más abajo, por lo menos durante una semana. Escribe un ensayo con las conclusiones de tu experiencia. Si las hay, escucho tus dudas y críticas también.
Tarea adicional (no obligatoria): Puedes experimentar percibir las diferencias entre la energía primigenia, el brí y el bua de lugares y objetos. Para ello concéntrate y “cambia de foco”: dite a ti mismo que percibirás primero la esencia del lugar, y que a continuación verás lo que sucedió allí. Con el tiempo esta habilidad se hará más fuerte y recibirás impresiones más claras. Como todo, requiere práctica.
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| | | Nasseilian Administradora
Cantidad de envíos : 608 Edad : 34 Localizaci�n : Córdoba Fecha de inscripción : 15/10/2007
| Tema: Re: Capítulo 5: Energía Jue Sep 23, 2010 3:02 pm | |
| Práctica II: Percepción de Dana Ve a la naturaleza si es posible. Siéntate. Respira lentamente para prepararte para la práctica y estar centrado y concentrado. Enfócate en lo que vas a realizar. Cuando estés listo, comienza. Has un ciclo de diez respiraciones rítmicas y cortas. Esto te activa energéticamente, al mismo tiempo que te conecta con el entorno. A continuación, has un ciclo de diez respiraciones bien lentas y pausadas. Trata de detenerte antes de cada exhalación e inhalación, sin forzarte. Puedes tener los ojos abiertos o cerrados, lo que resulte más cómodo y te ayude en la concentración. Alterna ambos ciclos hasta que te sientas en paz y que puedas sentir la paz que emana de la Tierra. Deja que la energía dánica suba lentamente por tu espina dorsal, llenándote.
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| | | Nasseilian Administradora
Cantidad de envíos : 608 Edad : 34 Localizaci�n : Córdoba Fecha de inscripción : 15/10/2007
| Tema: Re: Capítulo 5: Energía Jue Sep 23, 2010 3:02 pm | |
| …decides rendirte, tu cuerpo magullado por las piedras y arañado por las espinas ya no da más. Mejor enfrentar aquello que te persigue y morir de una buena vez por todas. Cierras los ojos, y esperas. Sin embargo, nada ocurre. Al abrirlos, sólo están los árboles, la tierra y tú. Ni rastros de la supuesta bestia. Las nubes parecen alivianarse, y hasta dejan entrar pequeños haces de luz… Nunca te habías percatado del efecto que logran las nubes así: el sol parece transformarse en un abanico de rayos, iluminando ciertas zonas del lugar. A tu izquierda, ves un camino que vuelve a subir por el terraplén, y que comienza a tener atisbos de hierba. Quizá te lleve de vuelta. Te levantas y comienzas a transitarlo. Curiosamente, los árboles que te habían parecido tan amenazadores también están en este sendero, pero más que atacantes parecen custodios. Es difícil de describir, piensas, pero parece como si las ramas de estos seres a ambos lados del camino, se uniesen formando una bóveda, protegiendo de ojos curiosos lo que el sendero oculta. Te percatas de que muchos tienen brotes verdes, que parecen contrastar con su corteza ya de por sí cobriza, que es acentuada por los rayos del sol. Parecen árboles brillantes, encendidos. El camino asciende y desciende numerosas veces; gira a la derecha, y luego a la izquierda, pero lo sigues confiado. De alguna manera, ese techo natural te transmite tranquilidad. Además, no tienes otra opción: no piensas volver a encontrarte con esa bestia. En eso un murmullo aparece, y va aumentando gradualmente su volumen. Parece un lenguaje, pero no puedes distinguir el idioma. Sigues caminando y comienzas a ver que entre el ramaje de los árboles a tu izquierda, hay dos ejércitos enfrentándose. Todo posee un color sepia, y a medida que avanzas en el sendero, ves distintas situaciones, distintos sucesos que ocurrieron, o eso supones, en ése lugar. Las escenas parecen muy reales, pero al intentar extender tu mano a través del entramado, te das cuenta que es imposible. El ramaje separa firmemente lo de afuera con lo de adentro. Volteas a la derecha, y comienzas a ver situaciones de tu vida, pasada y futura. También en color sepia, puedes verte en momentos de felicidad, de inocencia, de tristeza y de culpa. Casi sin darte cuenta, aceleras el paso. De golpe la bóveda arbórea se abre. Tienes el sol justo enfrente, lo que no te permite ver muchos detalles. La luz se cuela por todas partes entre los árboles, y puedes distinguir la figura del cóndor que está posado en un viejo tronco. Una imagen mental aparece entre tus pensamientos: un rostro construido de cortezas y hojas. Estupefacto, escuchas una voz profundamente musical y antigua: - Buscar a los Dioses a veces nos lleva al encuentro con nosotros mismos, y con nuestra propia oscuridad. ¿Crees que la Divinidad es manifiesta?, ¿crees que tan sólo es cuestión de causa y efecto? Mira hacia atrás, mira el camino que hiciste y reflexiona sobre él. Quizá muchas cosas no queden claras aún, pero es parte del aprendizaje… Lo cierto es que, de desearlo, es posible hacer que cada segundo sea sagrado, que cada suceso sea sacro y puro… El sol terminó de ponerse, y ante tu asombro, te descubres bajo el ciprés. Estás magullado y cansado, pero tienes mucho de qué pensar y contar a la druidesa. Conociste, a lo que sea que debías conocer. Y se sintió más interno que otra cosa… ……. Cada suceso, palabra y símbolo de estos dos capítulos de la historia tiene un significado. Apuntan a largar la reflexión en ti, las revelaciones que están asociadas con los Dioses y con la energía. Léelo crítica y analógicamente, desarrollando sentidos posibles para lo relatado.
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| Tema: Re: Capítulo 5: Energía | |
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